La construcción está entrando en una nueva era gracias a los edificios inteligentes, que combinan
tecnología avanzada con principios de sostenibilidad. Estos edificios utilizan sensores
conectados a través de IoT para gestionar sistemas como la iluminación, la climatización y la
seguridad de manera eficiente. Esto no solo reduce el consumo energético, sino que también
mejora la comodidad de los ocupantes.
Además, los materiales innovadores están transformando la industria. Por ejemplo, el concreto
autocurativo, que utiliza bacterias para reparar grietas automáticamente, reduce los costos de
mantenimiento. Otro avance es el vidrio fotovoltaico, que convierte la luz solar en energía
mientras actúa como un elemento arquitectónico. Los diseños pasivos también están ganando
terreno, aprovechando la orientación solar, la ventilación natural y el aislamiento térmico para
reducir la dependencia de sistemas de calefacción y refrigeración.